El confitero Matías León ama su profesión. Como no veía futuro en Chile, se aventuró a un nuevo comienzo en Alemania. Gracias a la homologación, ahora es el jefe de su propio café en Hamburgo.
Mi historia
„Para mí, la homologación supone el camino a la independencia.“
Seis años de formación en gastronomía internacional y un año de experiencia profesional en Francia. A pesar de esta cualificación, Matías León no tenía perspectivas profesionales en Chile: «En mi sector laboral, no veía futuro en Chile. Es difícil ganarse la vida trabajando allí como confitero». ¿Cuál era la alternativa?
Durante su estancia en Hamburgo, el joven de 28 años conoció y se enamoró de Alemania. Dejó Chile a fines de 2012 y comenzó una nueva vida en Hamburgo. Los primeros meses fueron duros. Sobre todo, porque el idioma era un obstáculo. Pero Matías León resistió. Trabajó en un café y aprendió alemán hasta el nivel C1. En el curso de idiomas conoció a su actual esposa, Daniela Koch. «Fue muy gracioso. Vinimos a Alemania al mismo tiempo: ella de Colombia, yo de Chile». Y ella le animó a abordar su futuro profesional.
Matías León tenía inicialmente la intención de seguir formándose. Pero la Oficina central de homologaciones (ZAA) de la Obra Diacónica de Hamburgo le presentó otro camino: la homologación de su cualificación profesional. Luego se dirigió a la autoridad competente, la Cámara de artes y oficios de Hamburgo (HWK). «El examen de mis titulaciones reveló que tenía casi una maestría. Me recomendaron que homologara mis cualificaciones profesionales. No sabía ni qué era aquello. Junto con la asesora, Matías León escogió la profesión de referencia adecuada. Debido a que su formación es tan variada, había varias posibilidades. En mayo de 2014 solicitó finalmente la homologación como maestro confitero en la HWK. A continuación llegó la homologación parcial.
Para la homologación otal, a Matías León le faltaban dos partes del examen de maestría: el examen económico y legal y el certificado de capacitación. Completó estas partes en una cualificación de adaptación del proyecto «Cualificación de adaptación en ocupaciones de formación profesional dual». La cualificación de adaptación fue financiada por el programa de becas del Ayuntamiento de Hamburgo. «Al principio, fue difícil. Había mucho que aprender, por ejemplo, las leyes alemanas. Y todo ello en un nuevo idioma para mí». Pero Matías León se las arregló sin problemas. Unos meses más tarde, con orgullo sostuvo en sus manos el Meisterbrief (diploma de maestría) alemán. Rápidamente encontró trabajo como confitero.
Hoy Matías León es su propio jefe. Desde agosto de 2017, él y su esposa Daniela dirigen un café en el distrito de Eilbek en Hamburgo. La asesoría empresarial de HWK Hamburgo le ayudó a hacerse autónomo. «La homologación me ha ahorrado años de aprendizaje. Y fui capaz de construirme una vida. Ahora me supone mucho trabajo. Pero estoy muy contento y es muy divertido». Y por eso los dos ya están pensando en otro café.
La conversación con Matías León tuvo lugar en septiembre de 2018. La Oficina central de homologaciones (ZAA) de la Obra Diacónica de Hamburgo lo asesoró sobre el procedimiento de homologación. Matías León compensó las diferencias fundamentales con respecto a la cualificación alemana de maestría con una «cualificación de adaptación en artes y oficios» de la Cámara de Artesanos de Hamburgo. Ambas son ofertas de la red IQ de Hamburgo. El procedimiento de homologación fue financiado por el programa de becas de la ciudad de Hamburgo.
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Mi homologación profesional es un triunfo porque ahora tengo mi propia pastelería junto con mi esposa.
Soy Matías León. Soy de Chile.
Estudié gastronomía internacional. Ahora soy maestro confitero homologado en Alemania.
Soy Daniela Koch. Soy de Colombia.
Conocí a Matías, mi marido, en un curso de alemán.
Mi titulación colombiana en administración de empresas está homologado en Alemania.
En el café, me encargo de la administración.
Bienvenidos a Elisa, nuestra pastelería.
La única razón por la que pudimos abrir el café fue obtener el certificado de maestro confitero.
Y yo pude aportar mis conocimientos empresariales.
Siempre me ha gustado conocer cosas nuevas.
Tener un tío aquí en Hamburgo me permitió venir a Alemania.
Después me dijeron que aquí podían homologar mi formación.
Tenía casi el nivel de maestría.
Esto me permitió desarrollarme aún más como pastelero.
Para lograr la maestría solo tuve que superar dos exámenes. Fueron superduros , tuve que estudiar mucho, pero al final lo logré. Nuestro propio café, ese era nuestro sueño.
Los preparativos duraron año y medio.
Primero tuvimos que hacer un plan de negocios y encontrar el espacio adecuado.
Mientras tanto, trabajé como confitero.
Abrimos el café en 2017.
Ahora estamos muy contentos.
Haz como nosotros.
Aprende alemán. Sé paciente.
Sé aplicado y solicita la homologación.
Hay muchas ayudas. Aprovéchalas.
Comience su propia historia de éxito y cuéntelo.
Mi procedimiento en resumen
- En Chile, Matías León estudia gastronomía internacional. A continuación, adquiere un año de experiencia profesional en Francia.
- En 2012 llega a Alemania. Trabaja en un café y aprende alemán hasta el nivel C1.
- Matías León se presenta a la Cámara de artes y oficios de Hamburgo para la homologación como confitero. Le faltan dos partes del examen de maestría para lograr la homologación total.
- Después de una cualificación de adaptación pasa los dos exámenes con éxito. Después de eso trabaja como confitero.
- En 2017, él y su esposa abren un café-pastelería en Hamburgo. Gracias a la homologación es su propio jefe.
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